Si no se tiene mucha hambre y solo queremos algo para acompañar unas bebidas es importante pedir al camarero que sólo saque algo “al centro” o “algo de picar”.
2. “Ponme una de…”
Una de bravas, una de calamares, una de…es la forma más clara de pedir una tapa. Y no es lo mismo una ración, que normalmente es más grande que una tapa.
3. “¿La bebida está incluida?”
Una frase imprescindible si encontramos un menú con un buen precio y el precio de la bebida no está explicado. ¡Con esta pregunta no tendremos sorpresas de última hora!
4. “Poco hecho, muy hecho…en su punto”.
Cada uno tiene su gusto para la carne a la plancha: poco cocinada, muy cocinada o en su punto, es decir, hecha por fuera y jugosa por dentro. El camarero normalmente lo pregunta.
5. “¿El pescado es fresco?”
No es una gran idea pedir pescado un lunes o un martes, porque los barcos no pescan los lunes, y en algunos lugares el pescado puede tardar tiempo en llegar.
6. “¿Es casero?”
Muchos bares hacen deliciosos postres artesanales, como los que hacían nuestras abuelas en casa, pero también tienen otros muchos industriales en la carta. Pregunta al camarero si quieres saber cuál ha preparado el cocinero y cuál no.
7. “Cuando puedas”
En España todo tiene otro ritmo, y por supuesto también los camareros. Si ves al camarero con prisas y no quieres enfadarlo pide siempre el pan o la bebida con estas palabras mágicas.
8. “¿Nos traes el café …y la cuenta?”
Por el mismo motivo, si no quieres esperar media hora sentado a que te traigan la cuenta es una buena idea pedir estas dos cosas juntas.
9. “¡Qué aproveche!”
Es casi la hora de marcharse, pero antes hay que desear una buena comida a esa simpática pareja holandesa de la mesa de al lado. ¡Buen provecho!
10. “¡Estaba todo para chuparse los dedos!”
La comida perfecta, el servicio correcto, dejamos algo de propina y felicitamos al camarero por los platos que ha servido. ¡Pero no es necesario chuparse los dedos delante de él!