San Vicente fue un diácono martirizado en Valencia entre el año 303 y 304DC.
Mártir porque fue capturado y torturado por Diocleciano, emperador de Roma quien quería impedir el progreso y la divulgación del cristianismo. De hecho, todos aquellos que se oponían a él y a su deseo de detener el cristianismo eran encarcelados o perseguidos. San Vicente, por no renunciar a su fe, fue traslado a Valencia donde recibió castigos y fue torturado. San Vicente murió en el mes de enero en el año 304 DC, en el calabozo donde fue encerrado.
Para conmemorar el Patrón de Valencia, las mañanas del 22 de enero, hay una procesión por los lugares en los cuales, según la tradición, San Vicente había recibido martirio. También hay una misa en la Catedral de Santa María, donde se custodia un brazo momificado del Santo Patrón de Valencia.